¡Que cosa, che!
Uno podría pensar que al haber entrado los chicos al blog, se habrían llevado una mala impresión de las notas o simplemente no los habría motivado a seguir participando, pero el olvido, desinterés o como quiera llamarse se hizo extensivo hasta la curiosidad: Ni siquiera los que escribieron y nos entregaron sus opiniones la semana pasada entraron a leer los artículos. Hacemos un “mea culpa” sin saber muy bien porque, pero algo debemos tener que ver.
Pedimos disculpas a los chicos que sí se coparon en escribir con nosotros, porque seguimos creyendo que el proyecto estaría muy bueno de contar con más chicos como ustedes. Gracias.
Nos queda esta semana, y la que viene, porque se plantearon temas nuevos y no es cuestión de dejar a nadie colgado. Si resucita sin necesidad de electroshock, estaremos más felices que unas pascuas.
- Como no se trataron todos los temas, y uno era a elección, la nota se va a limitar, lamentablemente a solo algunos temas: aquellos elegidos por los chicos que se prendieron-
La Cumbre de las dos Américas
“Creo que fue cualquier cosa por los líos que se armaron ahí”
Un análisis muy ingenuo (u “oficial) de lo que realmente fue la “Cumbre de las Américas” realizada en Mar del Plata. Aunque cabe destacar que los trabajos de la cumbre fueron entregados hace más tiempo y fueron algo así como un plus que algunos alumnos decidieron darnos, un tema a elección con el que se adelantaron a lo que fue la propuesta de la semana pasada.
Quienes eligieron este tema resaltaron dos aspectos del mega-evento: El hecho en sí, una reunión de presidentes, por así decirlo, y los disturbios generados a raíz de la presencia del presidente norteamericano, George Bush.
La amistad es poesía
“Mi amigo es un cielo tierno que pesa sobre mis sueños”
Increíblemente, los escritos recibidos sobre la amistad fueron todos en formato de prosa poética. ¿Qué análisis se puede hacer de eso? Simplemente resaltar el hecho de que nadie cuestionó (otra vez) la naturaleza de la amistad, nadie criticó a nadie, nadie nos dijo si Roberto Carlos estaba en lo cierto con eso del millón de amigos. Pero eso no es malo. Es lindo.
Ejemplos:
“Tener un amigo es compañía
No tenerlo es soledad
Cuando estoy con mi amigo es enero
Cuando no estoy con él es aguacero”
“Como expresarte tantos vacíos colmados;
Tantas heridas sanadas;
Tantas amarguras endulzadas;
Tantas alegrías compartidas;
Tantas tristezas aliviadas;
Tanta gratitud aún no expresada…”
Todos tenemos agujeros
Un chico de 15 años nos acercó un tema libre. Como nuestra intención era hacer un análisis salido de una pila de temas libres, el tener uno sólo nos desubica, pero vale la pena transcribir algunas partes del escrito, primero, porque está bueno, y segundo, porque sino lo hicimos laburar al divino botón, como dicen nuestras abuelas.
El tema, según explica este adolescente disconforme es “los piercings y las personas que se sienten ofendidas -por ellos-. Es cómico pero esas personas existen”.
“Estoy cansado de que personas, generalmente adultos, me miren como si fuera raro porque tengo un piercing o hagan comentarios que no le interesan nadie (…).
Dénse cuenta que las cosas cambiaron, por ejemplo: Antes las mujeres se casaban a los 15 años, ahora no. Antes no existían los celulares, ahora sí (¿¿¿???), y los tiene todo el mundo.
Es solamente un agujerito, ¡Nada más! Y si es grande, ¿Qué calienta?”.
Nos brinda además una pequeña lista con los comentarios más comunes que recibe la persona agujereada:
“¡No te lo hagas, que te van a cortar un pedazo de lengua porque se te va a infectar! (Pasó una sola vez y salió en las noticias).
Se te va a infectar.
Te va a quedar horrible.
Cuando seas grande no vas a conseguir trabajo (mentira, te lo sacás y listo).
O los chistes malísimos que te hacen todo el tiempo:
Te salió un grano (ése es el más común que me hacen a mí y está malísimo).
Tenés un alambre.
¿No se te sale la comida por ahí?”
Bueno, nuestro afligido joven, creemos que en definitiva, éste es el método utilizado por la vejez conformista y opresora para, con el tiempo y la insistencia, quemarte los pelos y que te saques el arito. A resistir, a resistir, que no podrán contigo.
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